lunes, 24 de octubre de 2011

MUERTE EN DIRECTO


    Estaba viendo  la carrera de moto GP del mundial de motociclismo cuando no me quedó más remedio que presenciar el dramático accidente que le ha costado la vida a Marco Simoncelli. El italiano, apenas comenzada la prueba, perdió el control de su máquina en una curva y fue arrollado por quienes venían detrás: Colin Edwards y Valentino Rossi. Perdió el casco en el impacto, su  cuerpo quedó inerte en el asfalto y desde el principio se presagió lo peor, lo que en apenas una hora se confirmó: su muerte.

    Marco Simoncelli era, con toda seguridad, el piloto más conflictivo y problemático. Esta misma temporada había mantenido enconados enfrentamientos con los españoles Pedrosa y Lorenzo. Su pilotaje al límite le hacía ser  protagonista directo o indirecto de casi todos los accidentes. Todo ello, junto a su inconfundible y exagerada melena rizada, le habían  convertido en un corredor tan popular como polémico.

    Alex Crivillé, ex campeón del mundo y ahora comentarista de TVE, expresó desde el principio sus peores sensaciones. Lamentablemente, su experiencia en los circuitos vaticinó con acierto el rápido y fatal desenlace.

    Es la segunda vez que presencio una muerte en directo a través de la televisión. La primera fue hace casi 20 años cuando Manolo Montoliú, el mejor banderillero de las últimas décadas, fue mortalmente corneado en La Maestranza de Sevilla. El festejo lo ofrecía también TVE. Aquellas imágenes las tuve que presenciar una y otra vez. En esta ocasión, la realización del mundial ha tenido un exquisito comportamiento y apenas ha habido oportunidad de recrearse en esas machaconas y macabras repeticiones. Es un nuevo comportamiento en este tipo de sucesos que ojalá –aunque no tengo demasiadas esperanzas- que se convierta en proceder habitual. El respeto al corredor fallecido y a los sentimientos de su familia y allegados han primado sobre la recreación de la muerte en directo.

    Marco Simoncelli, nuestro triste protagonista, tenía 24 años; era, por tanto, apenas un crío. Eligió una forma de vivir al límite y en ella encontró un final prematuro. Como siempre pienso en estos casos, debería estar prohibido morir tan joven.

1 comentario:

  1. Las imágenes del accidente de Simoncelli son verdaderamente escalofriantes. La caída, el atropello, como sale el casco rodando, como queda su cuerpo inerte en el suelo.
    También debo añadir que la realización del Gran Premio ha sido exquisita. En ningún momento se recrearon con la muerte del piloto. No me quiero imaginar que hubiera pasado si llega a ser telecinco la emisora que hubiera retransmitido el evento.
    No se porque razón o porque motivo en España nos gusta tanto el morbo de visualizar, y repetir hasta el vómito, ese tipo de vídeos.

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