miércoles, 22 de diciembre de 2010

EL MELON SUCESORIO


    Con la llegada de la Navidad baja sensiblemente el diapasón de la actualidad. Finaliza la actividad en el Congreso de los Diputados, sus señorías se van de vacaciones –aunque no se las merezcan- y las tertulias radiofónicas y televisivas –también al mando de los suplentes porque las “estrellas” también están de fiesta- tienen que echar mano de temas recurrentes para llenar los espacios. Y, o mucho me falla mi olfato, o la cuestión de la que más se va a hablar en los próximos días es de la sucesión de Rodríguez Zapatero.

    Ideologías al margen, yo creo que nadie discute ya que Zapatero es –de largo- el peor presidente de nuestra joven democracia. La semana pasada, en la tertulia que dirige Ángel Expósito en la 10 TV, José María García, el que durante 30 años fuera máxima estrella del periodismo deportivo, definía la evolución y el nivel de la clase política con estas palabras: “En la transición Fraga, Felipe, Guerra y todos los demás transmitían sensatez y conocimiento. Eran los primeros de la clase. Llegamos a la época de Aznar y ya no son los primeros de la clase, pero han ido al colegio. Pero es que Zapatero y sus compañeros de viaje no han ido ni al colegio”. Estarán conmigo en que el resumen no puede ser más gráfico, más descriptivo y más cruel.

    Y es que Zapatero es el exponente máximo de una clase política sin vida profesional anterior al ejercicio de la política. Su única ocupación conocida es haber sido,  por breve espacio de tiempo,  profesor ayudante de Derecho Político cuando finalizó sus estudios. Y es que muchos políticos se subieron al coche oficial con 25 años y se bajarán de él cuando se jubilen. Algo así le pasa a nuestro presidente, que ha demostrado que, como para acceder a tan alta responsabilidad la Constitución sólo exige ser español y mayor de 18 años, pues se puede “colar” cualquiera.

    El fracaso de la gestión de nuestro Presidente del Gobierno ha abierto en su propio partido el melón sucesorio. El PSOE va a perder las próximas elecciones municipales y autonómicas, va a perder a favor del PP un feudo históricamente socialista como es Andalucía y en las generales –pese a que lo que hay enfrente tampoco es para tirar cohetes- el batacazo también puede ser histórico.

    Anda Zapatero estos días entretenido a la clase periodística con el dilema de si será o no candidato en las próximas generales. Ha dicho que su decisión está tomada y que sólo la conocen dos personas: un miembro del PSOE y, por supuesto, Sonsoles, su esposa.

    Si la decisión que ha tomado es repetir como candidato, el hundimiento electoral dejará en mera anécdota el del Titanic. Pero, si renuncia, ¿quién querrá asumir en carne propia ese puesto en unos comicios perdidos de antemano? ¿Será el incombustible Bono, el omnipresente Rubalcaba o un perfecto desconocido como sucedió en su día con el propio Rodríguez Zapatero?

    La cuestión, como ven, da mucho juego y, a falta de otros temas, los medios de comunicación la van a exprimir al máximo. Como decía, el melón sucesorio está abierto y el tema no admite vuelta atrás.

    

1 comentario:

  1. Ayer en INTERECONOMIA dieron un refrito de todas las cosas en las que Zapatero se había desdicho posteriormente. Era tan tendencioso como impresionante. Ha llegado su final, y la única pregunta es ¿ quién recogerá todo ese cultivo?...

    AK 827

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