miércoles, 15 de junio de 2011

EN CONCURSO


    Tal y como estaba previsto la titular del Juzgado número 2 de lo Mercantil de los de Zaragoza declaró el pasado martes al Real Zaragoza SAD en concurso voluntario, designando, como es preceptivo, a los tres administradores judiciales que acompañarán a Agapito en esta larga travesía que ahora se inicia, que sabemos cómo empieza, pero que nadie es capaz de vaticinar cuál será su final.

    El objetivo a partir de ahora es negociar con los acreedores de ese inmenso agujero contable, de esa mastodóntica deuda de 130 millones de euros, cifra que convierte este concurso del Zaragoza en el de mayor volumen de los tutelados nunca en los juzgados de nuestra ciudad.

    Personalmente tengo dudas de que el concurso sirva para algo; por varios motivos. El primero y más importante es, sin duda, que el negocio futbolístico en nada se parece a las actividades mercantiles ordinarias. Es un negocio en el que intervienen factores que escapan al control de gestores y administradores. Como, por ejemplo, que la bolita entre o no en la portería.

    En segundo lugar porque si Agapito es el que ha conducido a la sociedad a esta situación de ruina total y absoluta, el sentido común dicta que no es lo más adecuado el que siga al frente de la gestión, bien es cierto que bajo la supervisión de los tres administradores judiciales (abogado, economista y representante de los acreedores), que jamás han tenido el más mínimo contacto con este negocio tan peculiar que es el fútbol. Si Agapito ha cometido error tras error, barbaridad tras barbaridad, dislate tras dislate, lo lógico es que, con tutela judicial o sin ella, los siga cometiendo.

    Y el último motivo es que no me acaba de parecer justo que la ley premie al despilfarrador, al mal administrador, ofreciéndole la posibilidad de reducir la deuda pactando con los acreedores. Siempre es mejor cobrar algo que nada, pero, especialmente en este mundo del fútbol, es una invitación a cometer locuras económicas.



    Es triste que de un equipo de fútbol se hable más de su contabilidad, de su pasivo, de sus deudas milmillonarias, de sus problemas, que de sus logros en el terreno de juego. Nos espera otra temporada muy dura. No hay dinero para fichajes –ni para nada- y quienes vengan no saben si cobrarán sus honorarios con regularidad. Mucho me temo que si en lo económico la nave está más que hundida, en lo deportivo –y ojalá me equivoque- habrá que volver a sufrir otro año más. Y van… ni se sabe.

1 comentario:

  1. ¡ Qué optimismo !

    EL QUE TE DIJE

    PD. Gran artículo, me voy a comprar una soga a la Droga Alfonso

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