lunes, 20 de diciembre de 2010

EL AVE

    Este pasado fin de semana se ha inaugurado la nueva línea de AVE que enlaza Madrid con Valencia, la capital de España con el Mediterráneo más próximo.

    La alta velocidad comenzó en España con la línea Madrid-Sevilla,coincidiendo prácticamente con la celebración en  la capital andaluza de la Expo 92. Desde entonces todos los gobiernos –como señalaba Rodríguez Zapatero en su discurso del pasado sábado- han apostado por este medio de transporte y comunicación que ha puesto a nuestro país en el mapa de la modernidad y el desarrollo. Cuando el AVE llegue a la cornisa cantábrica habrá concluido este radical y espectacular proceso de transformación del viejo sistema ferroviario español.

    Del éxito de la nueva línea Madrid-Valencia puede dar idea un dato facilitado por RENFE el domingo: se han vendido 95.000 billetes desde que el pasado 12 de noviembre se comenzara a comercializar.

    “Acortando distancias” fue el primer eslogan publicitario del AVE a comienzos de los 90. Y, efectivamente, la alta velocidad ha conseguido el milagro de que las distancias se midan, no en kilómetros, sino en minutos de recorrido. Madrid y Barcelona siguen estando a 600 kilómetros, pero ahora significan poco más de dos horas de cómodo viaje.

    La red de carreteras y el sistema ferroviario son a un país lo que las venas y arterias al cuerpo humano. Son las infraestructuras imprescindibles para su desarrollo económico. Y el AVE ha contribuido de una manera decisiva al crecimiento de nuestro país en el último cuarto de siglo. El mejor síntoma de las bondades del AVE es que Obama ha pedido asesoramiento al Ministerio de Fomento para su implantación en Estados Unidos.

    Decía antes que Rodríguez Zapatero destacó el sábado la unidad de todos los Gobiernos a la hora de desarrollar la alta velocidad. Que lástima que esta capacidad de acuerdo –el AVE se ha desarrollado y extendido sin más problemas que pequeñas discrepancias en el trazado-  no haya sido factible en otros temas de Estado, en cuestiones tan importantes como la educación, la sanidad o la financiación autonómica. Asuntos que cada gobierno ha querido hacer suyos sin darse cuenta de que son de todos. Y el AVE constituye algo así como la prueba del 9 para demostrar las bondades de aplicar el acuerdo, el consenso y el sentido común a la hora de gobernar.

1 comentario:

  1. El AVE terminará siendo la columna vertebral de las comunicaciones en nuestro país.

    EL QUE TE DIJE

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